Localizan cuerpo de Aida Karina Juárez Jacobo, madre buscadora

El asesinato de Aida Karina Juárez Jacobo, madre buscadora de Zacatecas que llevaba casi dos meses buscando a su hija desaparecida, provocó una oleada de condenas y reclamos de seguridad y justicia en México.
El hallazgo del cuerpo de Aida Karina Juárez ocurrió el jueves 28 de agosto en el municipio de Villa de Ramos, San Luis Potosí, en inmediaciones de la frontera con Zacatecas.
El gobierno estatal de Zacatecas, a través del secretario general, Rodrigo Reyes Mugüerza, informó la localización del cuerpo y la detención de una persona presuntamente implicada, quien quedó a disposición de la Fiscalía General de Justicia.
Aida Karina Juárez Jacobo era integrante del colectivo Siguiendo tu rastro con amor Zacatecas y buscaba desde el pasado 25 de junio a su hija, Goretty Guadalupe Juárez Jacobo, reportada como desaparecida en el municipio de Guadalupe, Zacatecas.
El asesinato de Juárez Jacobo fue repudiado por el colectivo Siguiendo tu rastro con amor Zacatecas, que exigió justicia y protección efectiva para todas las personas buscadoras de desaparecidos. “Exigimos justicia para Aida Karina y para todos los crímenes que afectan a nuestros seres queridos desaparecidos y a los familiares comprometidos en cuerpo y alma con su búsqueda”, publicó el colectivo.
El grupo se declaró en estado de alerta y manifestó preocupación por la seguridad de la familia de la víctima, así como de todas las madres y familias que conforman el colectivo.
“Exigimos una seguridad efectiva que garantice la vida de las madres buscadoras y de todas y todos los familiares y personas solidarias con la búsqueda de nuestros seres queridos”, remarcó el mensaje.
La organización Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) se unió a la condena y recordó que el asesinato de personas dedicadas a la búsqueda de desaparecidos no es un hecho aislado. “Desde 2010, más de 30 personas buscadoras han sido asesinadas; al menos 8 personas en lo que va del año. Buscar no debe costar la vida”, advirtió en un mensaje publicado en sus redes sociales.
La activista Cecilia Flores, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, lamentó el crimen y denunció la constante pérdida de vidas entre quienes buscan a sus hijos.
En su cuenta de X, escribió: “Mataron a otra madre buscadora. A Aida primero la mataron en vida quitándole a su hija y luego le arrancaron su último aliento. Se fue con los brazos vacíos, con la esperanza de volver abrazarla, con la angustia de no saber si su hija pasaba frío, con el alma incompleta…No importa cuánta justicia prometan, lo único justo es que nadie debería morir por buscar a quien parió“.
Por su parte, colectivos como Sangre de Mi sangre Zacatecas insistieron en que buscar a las personas desaparecidas en México se ha convertido en una actividad de alto riesgo y que el Estado “es responsable de garantizar su protección, ya que desde hace años renunció a su obligación de prevenir las desapariciones”.
En los últimos nueve años al menos 16 mujeres dedicadas a la búsqueda de personas desaparecidas fueron asesinadas, lo que representa más de la mitad de los homicidios contra familiares y allegados de víctimas de desaparición entre 2011 y 2025. Organizaciones como Amnistía Internacional e IPAS Latinoamérica y el Caribe documentan múltiples riesgos adicionales para las madres y familiares buscadores: amenazas, secuestros, desplazamiento, violencia sexual e intimidación tanto de grupos criminales como de instituciones estatales.
Asimismo, la impunidad en delitos de desaparición y asesinatos de personas buscadoras alcanza cifras alarmantes. Solo entre 2019 y 2022, el nivel de impunidad en el delito de desapariciones en México fue del 99 por ciento.