El Pelón, asesino serial de Uruguay, fue imputado por cuatro homicidios: piden una pena de 45 años

José Carlos Machado, que fue detenido mientras intentaba escapar en una moto, cometió tres asesinato al hilo hace pocas semanas y fue imputado por otro cometido en 2021; como adolescente había cometido otros tres crímenes.

José Carlos Machado, el delincuente conocido como ‘El Pelón’ en Uruguay, salió de una sede policial tomado de sus brazos por dos policías.

Iba hacia el juzgado de Ciudad de la Costa (en el departamento de Canelones), en el que luego sería imputado por cuatro homicidios. “No me arrepiento de nada. Hay cosas que todavía no están aclaradas”, le dijo a un periodista del Canal 12 local antes de subirse al patrullero.

El día anterior, el jueves 25, el Pelón había sido detenido mientras iba en moto. Lo atraparon en la localidad de Mendoza (Florida), a unos 80 kilómetros de Montevideo. Cuando vio el control policial, Machado hizo una maniobra evasiva y se metió por caminos vecinales a toda velocidad. Los policías salieron tras de él y lo detuvieron a los tres kilómetros.

“¿A qué ibas a Florida?”, le preguntó el periodista. “A pasear”, contestó El Pelón, aunque la respuesta era poco creíble. El delincuente llevaba un arma en la mochila, lo que hizo creer a los investigadores que iba a cometer otros robos.

El Pelón saldría de esa audiencia rumbo a la cárcel. El juez dio lugar a la solicitud del fiscal Fernando Valerio y lo imputó por cuatro homicidios, tres de los cuales había cometido hacía pocas semanas. El otro crimen era de 2021. También se lo imputó por dos delitos de rapiña, uno de receptación y otro de portación de armas.

El Pelón fue enviado en prisión preventiva, a la espera del juicio.

Durante la audiencia, el delincuente tuvo un semblante tranquilo, informó el diario local El País. Vestía un canguro negro, un pantalón de jogging del mismo color, buzo azul y zapatillas.

El arma que se le incautó al criminal fue la que utilizó en tres de los cuatro homicidios. “Nos encontramos ante un asesino serial”, dijo el fiscal Valerio durante la audiencia.

Uno de los crímenes que cometió El Pelón fue el de Thalía, una enfermera de 26 años que estaba junto a su pareja en el balneario Playa Verde (Maldonado) en el marco de un intento de rapiña. Le dio dos disparos en el pecho.

También se lo imputó por el asesinato de un hombre de 33 años en Colonia Nicolich (Canelones), que ocurrió el 8 de septiembre. Otro crimen por el que está acusado ocurrió el 13 de septiembre en el barrio Estadio de Pando (Canelones). Allí asesinó a un hombre de 31 años. Uno de estos crímenes los cometió antes del asesinato de Talhía. El otro, después.

A estos episodios se le sumó un crimen de 2021, cuando en un ataque a cuchillos mató a Christian Sufo, quien era la entonces pareja de una ex novia de Machado. En ese momento, sin embargo, la Fiscalía consideró que no había pruebas suficientes para solicitar que fuera enviado a la cárcel, según informó este diario uruguayo.

El abogado de Machado, Bruno Terra, aseguró en la audiencia judicial que su cliente niega la participación en los hechos. “La prueba no es suficiente para poderle imputar todos los homicidios que imputa Fiscalía, que deberá probar después en un eventual juicio”, señaló.

El abogado de la familia de Thalía, Leandro Arévalo, solicita que la Fiscalía disponga la pena máxima que prevé la ley contra El Pelón: 30 años de pena y otros 15 años de medidas de seguridad.

El prontuario delictivo de El Pelón no termina con estos episodios. Siendo adolescente, cometió tres crímenes. El primer asesinato lo cometió en 2010, cuando mató a un comerciante. La Justicia dispuso entonces que fuera internado en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) en un régimen de semi-libertad. En una salida transitoria cometió el segundo homicidio: mató de varios disparos desde una moto a un hombre de 33 años que se había “metido” –el término que usó ante el juez– con su hermana.

Tras el segundo crimen, El Pelón pasó a un régimen de privación absoluta de libertad. Pero tras 60 días de internación provisoria, recuperó su libertad. Y a los cuatro días, cometió el tercer asesinato. La víctima fue un repartidor de cigarrillos. Esta vez fue condenado a cinco años de privación de libertad, la máxima posible para los menores en ese momento.

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