Jenni Rivera “La Diva de la Banda”

Jenni Rivera había vendia millones de discos, llenaba cualquier auditorio en el que se presentaba y -en una época en la que el reggaetón aún no era el rey- sus canciones sonaban incesantemente en la radio.

La «Diva de la Banda», nacida en Long Beach, habría cumplido este pasado 2 de julio 56 años, pero su vida se vio truncada por un accidente aéreo ocurrido el 9 de diciembre de 2012.

La historia de Jenni Rivera no fue sencilla. A lo largo de sus 43 años, enfrentó tragedias, escándalos y profundas adversidades que, lejos de detenerla, cimentaron la esencia combativa que el público aprendió a admirar.

A los 16 años se convirtió en madre de Janney —hoy conocida como Chiquis—, la primera de los cinco hijos que serían su motor y su refugio. Con José Trinidad Marín tuvo también a Jacqueline y a Trinidad; él mismo sería acusado más tarde de abusar de Chiquis y de Rosie Rivera, una herida familiar que marcó para siempre sus vidas.

Tras separarse en 1992, Jenni asumió sola la crianza de sus hijos. Trabajó con empeño en bienes raíces y logró comprar su primer hogar, pero la música, esa vocación que la acompañó desde niña, la llamó con fuerza. Junto a sus hermanos Pedro, Juan y Gustavo, dio los primeros pasos en la banda que terminaría por abrirle camino en la industria.

En esos años conoció a Juan López, con quien formó una familia y tuvo a su hija Jenicka en 1997 y más tarde a su hijo menor en 2001. Aunque su relación estuvo marcada por problemas legales, infidelidades y finalmente un divorcio en 2003, Jenni encontró en la música un espacio de renacimiento.

Su carrera comenzó a despegar: miles de discos vendidos, escenarios llenos y el cariño de un público que la adoptó como su voz. Simplemente… La Mejor, Parrandera, Rebelde y Atrevida, Mi Vida Loca, Jenni y La Gran Señora se convirtieron en capítulos esenciales de su legado.

Los reflectores también atrajeron escándalos, desde incidentes en aeropuertos hasta confrontaciones con fans. Pero ninguna controversia logró eclipsar su impacto: Jenni hablaba por miles de mujeres que encontraban en ella la valentía que necesitaban para enfrentar sus propias batallas.

En 2009, con el lanzamiento de La Gran Señora, la artista vivía uno de sus momentos más luminosos. Ese mismo periodo trajo a su vida un nuevo amor, el exbeisbolista Esteban Loaiza, con quien contrajo matrimonio en 2010. Pero la felicidad se vio empañada por nuevas dificultades: problemas familiares, acusaciones, dolorosas rupturas y, finalmente, el anuncio de su separación en 2012.

A pesar de todo, Jenni continuó adelante. Participaba como coach en La Voz… México, preparaba nuevas presentaciones y seguía sosteniendo a su familia con el coraje que siempre la caracterizó.

La madrugada del 9 de diciembre de 2012, abordó el Learjet 25 matrícula N325MC rumbo a la Ciudad de México. Minutos después del despegue, la aeronave desapareció del radar. Horas más tarde, se confirmó la tragedia: no hubo sobrevivientes.

Con su partida, la música regional mexicana perdió a una de sus voces más poderosas y queridas. Pero Jenni Rivera —madre, hija, hermana, artista, mujer indomable— permanece viva en cada canción, en cada historia de superación que inspiró y en cada corazón que encontró consuelo en su voz.

Su legado sigue resonando. Su espíritu, también.

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