Tragedia de Tacoa: 43 años del desastre de la termoeléctrica en Venezuela
El accidente se produjo en la planta termoeléctrica Ricardo Zuloaga en 1982 y es considerado el segundo peor desastre ocurrido en Venezuela luego del deslave de Vargas.

El 19 de diciembre de 1982 quedó marcado en la memoria colectiva de Venezuela como uno de los episodios más trágicos de su historia industrial. En esa fecha ocurrió el peor accidente registrado en una planta termoeléctrica del país.
Se trató de una explosión en la central termoeléctrica Ricardo Zuloaga, propiedad de la entonces Electricidad de Caracas, ubicada en el sector Arrecifes de Tacoa, en el estado La Guaira. El siniestro causó la muerte de al menos 180 personas, entre bomberos, periodistas, habitantes de la zona y funcionarios de rescate, además de dejar decenas de heridos.
Inicio de la tragedia
La emergencia comenzó alrededor de las 6:10 a. m., durante la recepción de combustible pesado desde el buque petrolero Murachí, propiedad de Lagoven, filial de PDVSA. En ese momento, uno de los tanques de almacenamiento empezó a liberar vapores inflamables.
La primera explosión se produjo en el tanque número 8, un depósito con capacidad para millones de litros de combustible destinado a alimentar las turbinas que suministraban energía eléctrica a gran parte de Caracas, según detalla la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas. Al abrir una escotilla para verificar los niveles, la mezcla de vapores y aire se incendió, lo que provocó una explosión que desprendió el techo del tanque y originó un incendio de gran magnitud.
Las llamas atrajeron a cuerpos de bomberos, fuerzas de seguridad, voluntarios, periodistas y residentes del sector, quienes acudieron al lugar para intentar controlar la emergencia o presenciar los acontecimientos. Bomberos del entonces Distrito Federal, bomberos marinos del Puerto de La Guaira y bomberos aeronáuticos del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía trabajaron durante horas para contener el fuego y evitar su propagación.
De acuerdo con el testimonio de José Nieto, exbombero y sobreviviente de la tragedia, las labores se extendieron durante toda la mañana y cerca de las 10:00 a. m. las autoridades informaron que la situación se encontraba bajo control.
Segunda explosión
Debido a la relevancia del suceso, diversos medios de comunicación se trasladaron al sitio para cubrir los hechos. Sin embargo, horas después se activaron nuevamente las alarmas y se produjo una segunda explosión, esta vez en el tanque número 9. Este fenómeno es conocido como boilover, o desbordamiento violento de un tanque en combustión.
El boilover ocurrió cuando el agua utilizada para sofocar las llamas se vaporizó de forma violenta, provocando una explosión de gran alcance que afectó tanques cercanos y amplió el radio de destrucción. Como consecuencia, murieron policías, militares, periodistas, bomberos y civiles que se encontraban en las inmediaciones.
Expertos estiman que la fuerza de esta segunda explosión generó una bola de fuego que alcanzó aproximadamente 500 metros de altura, el doble de la elevación de las torres del complejo Parque Central en Caracas. Además, el intenso calor provocó la explosión de tanques de combustible de vehículos cercanos, lo que incrementó el número de víctimas, entre ellas cerca de 40 bomberos y numerosos miembros de las fuerzas de seguridad, comunicadores y civiles.
Tras los hechos, las autoridades evacuaron a unas 40 mil personas de las zonas aledañas como medida preventiva ante el riesgo de nuevas explosiones.
Responsabilidades y consecuencias
La tragedia de Tacoa no solo dejó un elevado número de fallecidos, sino que también evidenció graves fallas estructurales y de gestión en la industria energética venezolana. El gobierno del entonces presidente Luis Herrera Campins decretó tres días de duelo nacional y creó una comisión presidencial para investigar las causas del accidente.
En diciembre de 1984 se emitieron órdenes de detención contra ocho ejecutivos de Electricidad de Caracas por delitos relacionados con incendio y omisión de medidas de seguridad. No obstante, ninguno cumplió condena.
En cuanto a las reparaciones en la zona de Tacoa, en abril de 2025 cuadrillas de la Gerencia de Distribución de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) instalaron transformadores en la Planta Barcaza del Complejo Generador Josefa Joaquina Sánchez Bastidas, con el objetivo de optimizar la generación y distribución de energía en beneficio de la población guaireña.
Según la información oficial, se instalaron tres equipos de 50 kVA con sus respectivos componentes eléctricos, destinados a abastecer la Planta Barcaza y distintas áreas del sector Tacoa.



