Casino Royale: La masacre que Monterrey no olvida

Fuego, drama, dolor y muerte. a 14 años de la tragedia del Casino Royale, donde murieron 52 personas, las escenas de la masacre perduran.

Este 25 de agosto se cumplieron 14 años del ataque al Casino Royale, en Nuevo León, Monterrey. Y tras la nula respuesta por parte del Gobierno de México y la disculpa pública que nunca dieron, la portavoz del colectivo, Samara Pérez Muñiz, aseguró este jueves que las autoridades, con su acciones, les siguen revictimizando.

Los familiares de las 52 víctimas que perdieron la vida en uno de los atentados del crimen organizado más terribles en la historia de México, llevaron a cabo el 25 de agosto de 2022 la reinstalación de las cruces del memorial, localizado en el sitio en el que estaba el inmueble.

El hecho recibió los calificativos más poderosos, como masacre o atentado terrorista, y México, sumido en una cruzada contra las organizaciones criminales, volvió a ser el foco de atención del mundo. Las imágenes del llamado “Casino Royale” en llamas, el humo y las víctimas del hecho fueron la portada de todos los diarios y conmocionaron a un país que venía acostumbrándose a este tipo de situaciones violentas e inescapables.

Los señalados por el atentado fueron Los Zetas, el grupo armado formado por ex integrantes de las fuerzas especiales del Ejército mexicano y de la policía federal, con soldados desertores de los dos cuerpos de seguridad, que en ese entonces era considerado como uno de los más sanguinarios del país.

El ataque al Casino Royale, es considerado el punto más negro de la “Guerra contra el narcotráfico”, que había declarado desde el inicio de su sexenio el entonces presidente Felipe Calderón. Ocurrió el 25 de agosto del 2011, cuando presuntos miembros de los Zetas irrumpieron en el inmueble y, de acuerdo con las autoridades, el atentado fue debido a que el dueño del negocio se negó a pagar “cuota” a dicho grupo criminal.

Eran las 15:15 horas de aquel macabro 25 de agosto de 2011 cuando hombres armados, entre 12 y 14 que viajaban en cuatro vehículos, irrumpieron en el casino ubicado en la avenida San Jerónimo al poniente de la ciudad. Pertenecían al cártel de Los Zetas.

Golpearon a la recepcionista, robaron pertenencias de los clientes, destruyeron máquinas y tras prenderle fuego a todo se retiraron de ahí. El lugar, en pocos minutos, quedó envuelto en llamas y humo.

De acuerdo con testigos, hubo una explosión de al menos una granada. Mientras que algunos clientes lograron salir por la puerta principal, pronto se convirtió imposible por las llamas que crecían.

Ante el caos, muchas personas fueron pisoteadas por la estampida humana, mientras las salidas de emergencia permanecían cerradas con llave. Todas las víctimas murieron asfixiadas por intoxicación de monóxido de carbono, algunas escondidas en los baños y oficinas luego de tratar de huir de los agresores. Horas después, ya en la noche, se desplomó el segundo piso del inmueble que estuvo en llamas. Antes del ataque se encontraban alrededor de 100 personas dentro del casino.

Cuerpos de emergencia estatales llegaron al lugar, pero el incendio había crecido tanto que más de cinco decenas de personas ya habían perdido la vida. Antes del ataque se encontraban alrededor de 100 individuos dentro del casino.

Ese día el sitio operaba de manera ilegal. Había sido clausurado por haber comenzado a ampliar sus instalaciones sin tener un permiso para hacerlo. Además, de por haber sido señalada por irregularidades en las autorizaciones que necesitaba para establecer el casino.

El propietario del sitio de apuestas era Raúl Rocha Cantú, dueño de la empresa Entertainmen Enterprises of México. El hombre declaró ante las autoridades que el grupo delictivo le pedía entre USD 50,000 y 140,000 por protección, pero él no quiso pagar.

El atentado, uno de los más agresivos y, por cantidad de muertes, de los más grandes en la historia reciente de México. Los Zetas también son los responsables de la matanza de San Fernando, cuando ejecutaron a 72 personas en el municipio con aquel nombre, en Tamaulipas, la mayoría migrantes centroamericanos que buscaban llegar a Estados Unidos.

Por el atentado en el Casino Royale fueron detenidos más de 25 personas, algunas relacionadas directamente con Los Zetas. Una parte de los detenidos aseguró que su intención no era provocar tantas muertes, sino apenas presionar y asustar a los dueños.

La ciudad de Monterrey inauguró un monumento a los fallecidos del ataque en frente del Casino Royale en el 2014. No obstante, el recinto fue derribado 10 años después, pues la estructura se encontraba rota y abandonada.

 

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