Delicias 1966: La gran hazaña de los 72 Ceros

En 1966 se desarrollaba el “Nacional de Aficionados de Béisbol” en el estado de Chihuahua siendo sedes Ciudad Juárez, Casas Grandes, Parral y Delicias.

En septiembre de 1966, bajo el cielo ardiente de Delicias, Chihuahua, se escribió una de las gestas más grandes en la historia del beisbol nacional: los 72 ceros consecutivos de los Dorados.

Aquel Campeonato Nacional de Beisbol de Primera Fuerza reunió a 17 selecciones estatales en diferentes sedes del estado grande. Pero fue en Delicias donde se cocinó la historia que, 59 años después, sigue siendo motivo de orgullo y asombro.

El alto mando dorado, encabezado por Armando Uribe Ortiz como manager, junto con Salvador “Chepilón” Santana y Mauro Contreras, definió la rotación de pitcheo sin imaginar que sus lanzadores quedarían grabados en la eternidad. Cuatro hombres, sin relevo alguno, bastaron para cimentar la proeza: Miguel Antonio Puente, Juan Palafox, Rafael “Zurdo” García y Bernardo Moncayo.

La marcha dorada comenzó el 3 de septiembre de 1966, cuando Miguel Antonio Puente abrió el campeonato con un juego de un hit y 15 ponches ante Zacatecas (7-0). Al día siguiente, Juan Palafox pintó de blanco a San Luis Potosí con joya de tres hits y 12 chocolates (7-0), mientras que Rafael “Zurdo” García completaba la jornada dominical con victoria sobre Hidalgo (6-0).

El lunes, Bernardo Moncayo se unió a la fiesta y dominó al Distrito Federal con autoridad (11-0). A media semana, Puente volvió para blanquear a Coahuila (9-0), antes de que el “Zurdo” García sacara la casta en un cerrado 2-0 sobre Veracruz.

La racha ya era histórica, pero el suspenso se alargó. El domingo 11, Palafox maniató a Jalisco (3-0) y dejó al equipo a un solo paso de la inmortalidad: 63 ceros hilados en siete juegos.

El 12 de septiembre de 1966, más de 8,500 aficionados colmaron el Parque Deportivo Municipal de Delicias, que apenas tenía espacio para 4,500 almas. Nadie quería perderse la definición frente a Baja California.

Desde la primera entrada, la ofensiva chihuahuense atacó con tres carreras y puso la mesa para el desenlace. En la novena, con el estadio conteniendo la respiración, Miguel Antonio Puente firmó el out 27 con recta dominante y selló el campeonato: Chihuahua 6-0 Baja California.

Ocho juegos. Ocho blanqueadas. 72 ceros consecutivos. Ningún rival logró pisar el plato.

Un año después, en Ciudad Juárez (1967), los Dorados sumaron una blanqueada más frente a La Laguna y llevaron la cifra a 81 ceros seguidos, hasta que Puebla rompió la cadena en la sexta entrada de un juego que, de todos modos, ganó Chihuahua (6-2).
Los protagonistas de la historia
Los héroes que se cubrieron de gloria en 1966 fueron:

• Miguel Antonio Puente (3 victorias)
• Juan Palafox (2)
• Rafael “Zurdo” García (2)
• Bernardo Moncayo (1)

Ninguno necesitó relevo. Todos completaron ruta. Junto a ellos, una novena dorada de jugadores sólidos en defensa y ofensiva, que anotaron 51 carreras y pusieron el candado a la hazaña.

El cronista Roberto “Chato” Díaz lo resumió con precisión: “Fue una auténtica labor de conjunto, un amarre de voluntades y de pasión, orgullo por el uniforme dorado para no permitir carrera en tan largo tramo.”
Han pasado 59 años, y aquella tarde de septiembre sigue viva en la memoria del beisbol mexicano. Porque los 72 ceros de los Dorados de Chihuahua no son solo un récord: son la representación de lo que significa el beisbol en estas tierras, una hazaña que parece imposible de repetirse.

 

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