Incel, chads, foids: ¿Qué significan los términos usados por el atacante del CCH Sur?
El ataque en el CCH Sur publicó en redes sociales usando términos ligados a la cultura incel. Aquí te explicamos qué significan.

El 22 de septiembre, un joven identificado como Lex Ashton ingresó al CCH Sur armado con una guadaña y una navaja. Vestido con ropa negra y capucha, atacó a uno de sus compañeros, quien perdió la vida. Más tarde hirió a un trabajador que intentó detenerlo y posteriormente se lanzó de un edificio, lo que le provocó fracturas.
Tras el ataque, se conoció que el joven participaba en comunidades incel en redes sociales y que horas antes había publicado un mensaje en el que expresaba frustración por “no haber recibido nunca amor” y resentimiento hacia las mujeres.
El término incel proviene del inglés involuntary celibate (célibe involuntario). Describe a hombres que se sienten frustrados por no poder establecer relaciones románticas o sexuales, y que creen ser víctimas de una injusticia social.
En la jerga de estos grupos, los “chads” son hombres considerados atractivos que sí acceden a relaciones, mientras que las mujeres son despectivamente llamadas “foids”. Muchos incels dicen identificarse con la llamada black pill (píldora negra), una visión fatalista inspirada en la película Matrix, que sostiene que su destino de rechazo no puede cambiar y que al consumirla simbólicamente, aceptan ese destino.
De acuerdo con Andus Lindsay, doctor en Filosofía e investigador de la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda), en los foros incel las mujeres suelen ser descritas como objetos y caricaturizadas en estereotipos negativos. La frustración sexual se convierte en resentimiento misógino y, en algunos casos, se glorifica la violencia verbal o simbólica.
Un estudio canadiense titulado Tracking the Incel Movement and its Connection to Loneliness advierte que muchos jóvenes llegan a estas comunidades buscando apoyo o contención, pero terminan atrapados en una “cámara de eco” que refuerza las creencias negativas y en ocasiones ensalza a quienes cometen actos violentos.
El Ministerio del Interior del Reino Unido también ha clasificado a los incels como un fenómeno emergente de extremismo en línea, aunque precisa que solo una minoría transita de la retórica a la violencia física.
La cultura incel se ha vuelto tan visible que incluso ha aparecido en la ficción. En marzo, la serie de Netflix Adolescencia abordó el caso de un estudiante acusado de asesinato que se identificaba con este movimiento, mostrando cómo este fenómeno comienza a permear la narrativa cultural más amplia.